Neubil

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Hoy viajamos a las Islas Canarias, concretamente a El Hierro. Allí se encuentra el Mirador de la Peña, situado en la localidad de Valverde, en el extremo oriental del Risco de Tibaje, en las proximidades del caserío de Guarazoca y del Camino de la Peña. A una altura de 700 metros sobre el nivel del mar, este punto ofrece unas increíbles vistas del Valle de El Golfo.

El mirador cobra especial relevancia porque permite reconocer la gran dimensión del cataclismo que ocasionó la formación del Valle del Golfo hace miles de años. Un descomunal derrumbamiento del terreno que lo formaba produjo un deslizamiento gravitacional que originó un tsunami, a la par que creó el paisaje que podemos conocer a día de hoy. 

Uno de los elementos que destaca en el panorama que se vislumbra es la Fuga de la Gorreta, un risco que sobresale más de mil metros sobre el nivel del mar. Asimismo, se divisan los Roques de Salmor, Zona Especial de Conservación de Canarias y antiguo santuario de lagartos gigantes endémicos, que actualmente están siendo reintroducidos poco a poco. También llama la atención la densa vegetación autóctona, ya que la llanura volcánica está repleta de viñedos y árboles frutales que completan las vistas hasta la orilla.

El lugar está compuesto, además del privilegiado balcón, por zonas de aparcamiento, un acceso adaptado para personas minusválidas, paseos, jardines y un restaurante. El diseño del edificio y los jardines que conforman el actual mirador son obra del arquitecto canario César Manrique, un artista nacido en Lanzarote que tiene una gran reputación en las islas. La edificación, cuyo interior está dedicado exclusivamente al Restaurante Mirador de La Peña, ha sido construido en piedra y madera, siendo así un gran ejemplo de la arquitectura herreña. Cuenta con dos plantas adaptadas al desnivel y tanto el aspecto morfológico de la estructura superior, como su estilo, encajan a la perfección en la orografía, puesto que siguen los cánones de la arquitectura tradicional. Además, el arquitecto añadió elementos novedosos en los huecos y sala principal, los cuales conviven con la cestería y alfarería insular, consiguiendo un contraste especial. Por todo ello, la construcción fue declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias en 2001.

La amplia carta de este restaurante está compuesta por platos canarios elaborados con productos típicos del territorio, tales como el delicioso mojo de queso herreño o la piña tropical. Igualmente, destacan los magníficos pescados frescos de esta isla, declarada Reserva de la Biosfera de la Unesco. Lo mejor de este establecimiento es que mientras degustamos estos manjares podemos contemplar las increíbles vistas del mirador gracias a sus amplios ventanales. A la hora de diseñar los jardines, César Manrique tuvo especial cuidado en integrarlos al paisaje y la naturaleza del lugar, sin romper el entorno natural.

Todas estas aportaciones realizadas por el arquitecto son un orgullo para pueblo, tal y como manifestó el propio presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, cuando declaró que “César sentó un antes y un después en la recuperación de los valores de la arquitectura tradicional herreña, usó materiales naturales propios de nuestro emblemático paisaje urbano y rural y animó a que muchos herreños recuperaran sus propias viviendas, muchas convertidas a día de hoy en alojamientos destinados al turismo rural y que representan un legado para nuestro patrimonio cultural”.

Autor de la foto: “marioly59" (Fuente: Turismo de Observación)

El mirador más elevado de Granada es el de San Miguel Alto, el cual se encuentra situado en el barrio Albaicín o Albayzin de la ciudad andaluza. Gracias a la altura de este punto clave, que no presenta ningún obstáculo en la visión, se contempla una amplia panorámica de la localidad que puede tenerte hipnotizado durante horas.

Con la ciudad a tus pies, ver la Alhambra y el Generalife frente a frente es un espectáculo. Pero no el único. El propio barrio blanco del Albaicín, el más antiguo de la capital, el Sacromonte, los municipios circundantes y la Vega también forman parte del paisaje, todo ello enmarcado en la serie de sierras que la rodean, donde destacan Sierra Nevada y Sierra Elvira, sin olvidar la Sierra de Alhama y de Loja. 

Además de las vistas, cabe destacar que el mirador está situado ante la Ermita de San Miguel Alto, que corona el cerro del Aceituno. Este edificio de estilo neoclásico se construyó entre 1815 y 1828  sobre la Torre del Azeytuno, una de las torres nazaríes de mayor tamaño de toda la zona defensiva de Granada. 

Un día especial para visitar este extraordinario sitio es el último domingo de septiembre, día en el que se celebra cada año la romería de San Miguel Alto. El evento comienza con los romeros dirigiéndose al Albaicín en carretas y caballos, para recorrer las calles del barrio granadino procesionando una imagen de San Miguel Arcángel, que tras el trayecto regresa de nuevo a su ermita por la tarde.  

Para llegar al Mirador de San Miguel existen diversas opciones. Por ejemplo, en caso de ir en coche es posible llegar hasta la explanada que se encuentra situada detrás de la citada ermita. Para llegar hasta allí hay que tomar la antigua carretera de Murcia hasta el cruce de Fajalauza, para tomar seguidamente el camino hacia el Fargue. Después, en la primera rotonda, es necesario desviarse a la derecha para acceder a la vía que nos llevará a nuestro destino. ¿Prefieres ir en autobús? También es posible. La línea N9 (Mirador de San Miguel-Triunfo) nos acerca a la mencionada rotonda para cruzar la Urbanización Cármenes de San Miguel hasta cruce con la carretera de acceso a las casas más altas y, pocos metros después, a la izquierda, coger la pista que nos llevará al mirador. Por último, quien quiera llegar a pie puede hacerlo desde la Placeta Cruz de Piedra, entrando por el Carril de San Miguel hasta que se termina, para seguir por las escaleras o alguno de los caminos que acceden al mirador. De todas formas, estas son simplemente algunas de las opciones, ya que existen más itinerarios para llegar.

Para finalizar, un dato curioso. Bill Clinton, expresidente de los Estados Unidos, visitó el Mirador de San Miguel Alto el año 1997 y dijo que allí pudo contemplar “la puesta de sol más bonita del mundo”. Estas declaraciones marcaron un antes y un después en este impresionante lugar, dado que lo situó en el mapa más allá de nuestras fronteras.

Autor de la foto: Mari Luz Sanchez (Fuente: Turismo de Observación)

El denominado “banco con las mejores vistas de Asturias” e incluso “del mundo” se encuentra en Oviñana, a tan solo 15 minutos de Cudillero, uno de los pueblos más turísticos del principado. Los acantilados y las playas que podemos ver desde el mismo son tan impresionantes que el mirador de Sablón simplemente lo forma un pequeño banco sobre una estructura de hormigón.

Desde este punto de observación, que se encuentra al borde de un acantilado, podemos ver la Playa del Silencio, el Faro de Vidio, cabo Busto, Cadavedo… y, en primera línea, la playa de La Vallina. Además, si el día está despejado, también se divisa la Estaca de Bares, el punto más septentrional de la Península Ibérica. Ver romper las olas en este espectacular paisaje es sensacional en cualquier momento, pero es especialmente aconsejable hacerlo al atardecer, cuando, con la caída del sol, el rincón asturiano se vuelve más mágico si cabe.

Para llegar a este enclave es conveniente aparcar en el Mirador de Cueva, junto al pueblo Riego de Abajo, y realizar a pie un breve paseo de unos cinco o diez minutos de duración por los acantilados. En el propio aparcamiento podremos ver el monumento del Aldebarán, un barco pesquero que homenajea a los marineros que perdieron la vida en las costas de Cabo Vidio. La embarcación fue construida en 1964 y ejerció su actividad hasta el 2014, momento en el que fue donada al Ayuntamiento de Cudillero, que decidió restaurarlo y establecerlo en el nuevo emplazamiento. 

A partir de este punto encontraremos postes verticales de madera que nos señalizarán el camino a seguir para llegar al mirador del Sablón. El sendero a recorrer es de unos 500 metros, pasando por encima de la playa de la Cuevas. Mientras disfrutamos de las cautivadoras vistas, en el tramo final veremos el famoso banco y podremos acceder hasta él recorriendo un camino algo más estrecho, pero cómodo. Cabe destacar que ni el trayecto, ni el propio mirador tienen vallas de protección, por lo que es recomendable transitar con mucho cuidado para no tener ningún susto. 

Aparte de este fascinante espacio, en las proximidades hay múltiples lugares que merece la pena visitar. De hecho, en el propio mirador nace un camino en forma de zigzag que nos acercará a algunos de ellos. Siguiendo el mismo, a través de una plataforma de madera cruzaremos un pequeño río para bajar a la playa de Vallina, donde encontraremos dos antiguos molinos, el de Prudencio y el del Llano, este último a muy pocos metros de la orilla. 

Otra gran opción es visitar el Faro de Cabo Vidio, ubicado sobre un acantilado de casi 100 metros. Adicionalmente, de camino al mismo nos encontraremos con la iglesia de San Roque. ¿Qué más? “La Iglesiona”, una cueva natural con forma de cúpula creada por la erosión del viento y el agua sobre la roca del acantilado. Este tesoro de la naturaleza es accesible con bajamar y preferiblemente con guía profesional, ya que la entrada no es del todo fácil. 

Podríamos extendernos enumerando los incontables lugares con encanto de Oviñana, pero lo mejor es que los visites tú mismo, comenzando por el mirador del Sablón.

Autor de la foto: Jose Maria Bobes (Fuente: Turismo de Observación)

¿Tienes vértigo? En caso afirmativo el punto de observación que te presentamos hoy no es apto para ti, ya que está construido, en su mayoría, suspendido en el aire.

Situado en la localidad cántabra de La Gándara, el mirador aéreo de las cascadas del río homónimo sobresale a 300 metros de altura mediante una estructura metálica con barandillas de cristal que permite visualizar la increíble belleza de la comarca de Soba. Además, el suelo está formado por una red metálica que, a pesar de suponer un pequeño problema para las visitantes que lleven zapatos de tacón, posibilita visibilizar el espectáculo que tenemos a nuestros pies.

Desde este mirador se observa la gran brecha que el río ha creado en el paisaje con el paso de los años. Entre los verdes prados, las aguas se abren camino en forma de amplias cascadas. Cerca de este fenómeno divisamos diversos núcleos urbanos que se han ido situando en torno al río. De la misma forma, industrias artesanales como molinos, una fábrica de harinas y varias herrerías han elegido la misma ubicación para utilizar la fuerza del agua para su producción. Y, si levantamos la vista más allá, al fondo veremos las desgastadas cimas del Parque Natural del Asón.

Todo este panorama forma un enclave excepcional en el que se respira mucha tranquilidad, puesto que únicamente se escuchan sonidos naturales, como el del río al pasar. Además, la impresión de estar suspendido en el aire le aporta a la experiencia una sensación especial mientras disfrutamos de las maravillosas vistas.

Este entorno es tan mágico que tiene su propia leyenda. Los lugareños cuentan que hace muchos años dos jóvenes, un pastor y la hija de un noble, se enamoraron perdidamente. No obstante, el padre de ella y una poderosa ajana, que pretendía al pastor, se oponían a la relación. A pesar de los numerosos intentos por separar a la pareja, esta cada vez se encontraba más unida. Entonces la ajana, cegada por los celos, decidió utilizar su magia para encerrar al pastor y a su amada en dos cuevas, cada una de ellas situada a un lado de la montaña. Sin embargo, al día siguiente de los dos puntos comenzó a brotar agua creando dos ríos que se precipitaban por el valle hasta unirse en uno solo. Al ver lo ocurrido, la ajana quiso liberar a los enamorados, pero no llegó a realizarlo, ya que resbaló cayendo al agua y ahogándose en lo que la leyenda cree que son “las lágrimas de los dos jóvenes amantes”.

Para llegar a este vertiginoso mirador debemos acceder por la carretera secundaria CA-256 desde Ramales de la Victoria hasta la localidad de La Gándara. O bien desde Arredondo en la CA-261, que liga Ramales de la Victoria con Solares, pasando por Asón. Asimismo, una tercera opción para acceder al pueblo es a través de la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros. Una vez en el municipio, es recomendable aparcar en el Centro de Interpretación de los Collados del Asón. Desde ahí existe un sendero breve audio guiado que nos permitirá conocer cómo se crearon los tesoros naturales del lugar y otras muchas curiosidades que esta tierra cántabra esconde.

Autor de la foto: Mikel (Fuente: Turismo de Observación)

Sábado, 29 Enero 2022 18:26

Mirador Puerto de Tornavacas, Cáceres

En la Sierra de Gredos, entre las provincias de Ávila y Cáceres, se encuentra el Puerto de Tornavacas, una de las puertas de entrada al Valle del Jerte. Este maravilloso lugar cuenta con un mirador del mismo nombre que permite disfrutar de las vistas que nos ofrece este paraje. De hecho, desde este punto es posible divisar incluso la ciudad de Plasencia, situada a 40 kilómetros de distancia de Tornavacas.

El enclave está situado a 1.274 metros de altitud, en el kilómetro 352 de la N-110, entre Plasencia y Ávila. Las vistas que nos ofrece este mirador completamente renovado y adaptado son una de las panorámicas más fotografiadas de Extremadura, apreciándose muy bien su recta fisionomía provocada por la presencia de la increíble Falla de Plasencia, un accidente tectónico de gran envergadura.  

A la izquierda podemos ver las cumbres de la Sierra de Gredos, a la derecha la Sierra de Béjar y, de frente, el Valle del Jerte. Además, en caso de visitar el lugar en primavera, será posible ver miles de cerezos en flor, un espectáculo digno de contemplar. Asimismo, desde este mirador se pueden divisar las montañas escarpadas de los Asperones, el Parque Regional de la Sierra de Gredos, la loma de los Sillares y el Río Jerte, entre otras maravillas.

En cuanto a la estética del propio mirador, cabe destacar que ha sido creado con materiales que se integran con el entorno. Barandillas de madera tratada, muros de mampostería y chapados de piedra componen los elementos del lugar. 

El enclave ha sido noticia recientemente por su novedoso aparcamiento inteligente, uno de los elementos instalados en la actualización realizada por la Diputación de Cáceres con el objetivo de dotar al mirador de una total accesibilidad.

Por un lado se ha establecido un acceso pavimentado desde la rotonda más cercana hasta la zona de aparcamientos ubicada en las proximidades del mirador, para que todo tipo de vehículos, tanto turismos como autobuses, puedan acceder a él. Cabe destacar también que en el propio aparcamiento se han creado dos plazas para vehículos adaptados y se ha instalado un aforador de tráfico que permite conocer la afluencia de vehículos que hay en el lugar, un dispositivo de lo más moderno. A la par, se ha instalado una rampa adaptada a personas con movilidad reducida y la señalización para el acceso y la interpretación se han adaptado a personas con dificultades de visión. 

Toda esta reforma del mirador, que comenzó en enero de 2021 y finalizó en julio del mismo año, se realizó dentro del plan Diputación Desarrolla y tuvo un coste total de 84.432 euros. En la inauguración, el presidente de la Diputación, Carlos Carlos, expresó que la obra supone "la puesta en valor de este importante recurso turístico del Valle del Jerte”. Además, afirmó que el cambio va a permitir “un mayor y mejor uso del enclave, ya que, tanto el acceso al aparcamiento, como el acceso desde este al propio mirador, se han resuelto con un nivel de calidad muy por encima del que tenía anteriormente esta instalación".

Foto Fuente: turismovalledeljerte.com

En el término municipal de Revilla de Pomar se encuentra el Mirador de Valcabado, una gran plataforma construida sobre el valle de Valderredible. Desde este punto situado a 1.137 metros de altura es posible observar más de cuarenta pequeños pueblos de Cantabria, Burgos y Palencia.

Este enclave es uno de los atractivos turísticos naturales más importantes de la zona, gracias a la contemplación de las maravillosas vistas del valle de Valderredible, lugar por el que discurre el río Ebro. Además, es un impresionante balcón sobre el hayedo de Monte Ahedo. En la pendiente hacia el valle, a los pies del mirador, se encuentra este bosque de hayas y robles que en ciertos puntos alcanza incluso los 800 metros de altura. 

El Mirador de Valcabado también es un punto de partida de excursiones al Pozo de los Lobos y a Canto Hito. Una interesante senda de kilómetro y medio separa el mirador del Pozo de los Lobos, una construcción de piedra que antiguamente era utilizada para capturar a los animales que le dan nombre. Para llevar a cabo las tareas de caza, se tapaba la edificación con ramas y se realizaban batidas para atraer a los lobos al lugar y que cayeran al fondo.

También dentro del Espacio Natural de Covalagua, en la comarca de Las Loras, se encuentra la Cueva de los Franceses. Para entrar a este lugar es necesario comprar una entrada, que la gente previsora adquiere con anterioridad a la visita para evitar quedarse fuera, ya sea por problemas de aforo, como por alguno de los cierres que llevan a cabo para realizar tareas de mantenimiento.Una vez dentro, un túnel artificial de 60 metros de longitud lleva a la cueva, en la que hay tres puertas que se cierran para que la temperatura y la humedad se mantengan en el interior. 

El recorrido de la Cueva de los Franceses lo componen 482 metros lineales, los cuales no son accesibles para personas con movilidad reducida ni carritos de niños, ya que hay pasillos estrechos y escaleras. Este camino que alcanza los 21 metros bajo tierra muestra galerías llenas de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas. Asimismo, hay otros cientos de metros a parte del recorrido que no son accesibles para las visitas.

Cerca de la Cueva de los Franceses tenemos la oportunidad de visitar diversos menhires. Uno de los más conocidos es el denominado Canto Hito, que alcanza los tres metros y medios de altura. Es posible llegar al mismo siguiendo el camino marcado de 1.500 metros de longitud desde el último punto.

Otro lugar de interés dentro del Espacio Natural de Covalagua es la cascada del mismo nombre que se forma en época de lluvias. El caudal depende de las precipitaciones, pero vale la pena visitar el paraje aunque no baje agua, ya que el entorno es digno de ver. Además, en este punto en el que nace el río Covalagua o Ivia disponemos de una pasarela de madera que recorre toda la base de la cascada para disfrutar de ella como es debido. 

Como veis, el Mirador de Valcabado es simplemente uno de los numerosos enclaves a disfrutar en el Espacio Natural de Covalagua, un paisaje que forma parte de la red mundial de geoparques de la UNESCO desde hace cinco años.

Autor de la foto Javier Callado (Fuente: web Turismo de Observación)

Las 105.721 hectáreas que componen el Parque Natural del Alto Tajo, situado entre Cuenca y Guadalajara, cuentan con innumerables lugares y rincones en los que disfrutar de su flora y fauna, como por ejemplo, el Mirador del Tajo o Mirador de Zaorejas.

Este punto de observación ubicado estratégicamente en lo alto de un cortado ofrece a los visitantes la posibilidad de visualizar el cañón del Tajo en todo su esplendor. La cascada de la Escaleruela y el Puente de San Pedro son dos de los elementos más llamativos del paisaje, formado en su mayoría por cortados rocosos y vegetación verde. Además, desde el mirador también se puede ver una pista forestal que lleva hasta “El becerro de Escaleruela”.

Otro de los puntos fuertes de este lugar es el avistamiento de aves. La ubicación elevada del mirador lo convierte en un punto idóneo para ver todo tipo de aves rapaces, siendo el buitre leonado el mayor protagonista. Observar su vuelo por debajo del mirador e incluso ver sus nidos es posible en este maravilloso enclave. De igual forma, águilas reales, alimoches, halcones peregrinos y águilas de Bonelli forman parte de la fauna del lugar.

A estas alturas seguro que ya te estás preguntando cómo se llega a este paraje tan apetecible. Pues bien, el acceso al mirador se encuentra en el kilómetro 61 de la carretera CM-2015 entre Zaorejas y Corduente. A partir de ahí es necesario tomar un camino rural que no supone un impedimento para las personas con movilidad reducida, ya que cualquier vehículo adaptado puede circular hasta llegar al parking señalizado para este tipo de transportes.

Asimismo, todo el entorno ha sido modificado con criterios de accesibilidad integral, desde el sendero adaptado que da acceso a la rampa principal del mirador, hasta las mesas interpretativas. El diseño inclusivo de los carteles posibilita introducir la silla de ruedas debajo para que el usuario lea la explicación sobre la formación geológica que se vislumbra en el cañón del Tajo. Para llegar a la base del mirador hay una rampa prolongada con una pendiente que oscila entre el 9 y el 11% de desnivel, pero que dispone de talanqueras a los lados para evitar caídas y facilitar el impulsarse por ellas gracias a los dobles apoyos horizontales.

Las personas ciegas o con la capacidad visual reducida también tienen facilidades en este entorno. Las rampas, tanto la de acceso desde el parking, como la que llega hasta la base del mirador, tienen en su base inferior una guía paralela al vallado lateral para moverse por el lugar con la ayuda de un bastón. En cuanto a la información escrita, está traducida a braille y con caracteres en alto relieve. Así, los visitantes con problemas de visión pueden hacerse una idea del entorno en el que se encuentran gracias a los caracteres e ilustraciones en relieve.

En consecuencia, el Mirador de Zahorejas proporciona todas las facilidades para que todo tipo de personas puedan visitarlo y disfrutar él, sin excusas. 

Autor de la fotografía: Charly. Fuente: Google Maps.

Las maravillosas vistas del Valle del Jerte y la Sierra de Tormantos se unen en el peculiar Mirador de la Memoria o mirador del Cancho Rajao, donde nos acompañarán unas melancólicas esculturas dedicadas a los olvidados de la Guerra Civil y la dictadura. 

Las figuras, obra del escultor Francisco Cedenilla Carrasco por encargo de la Asociación Comárcal de Jóvenes del Valle del Jerte, fueron situadas en 2008 en este enclave natural representando a tres hombres y una mujer, todos ellos desnudos y a tamaño real. 

A pesar de la belleza de los elementos establecidos en el mirador, estos no han estado a salvo de actos vandálicos. A las pocas horas de su inauguración, las esculturas de los tres hombres fueron tiroteadas. Sin embargo, el autor de la obra decidió no reparar los orificios de balas ya que, desde su punto de vista, potenciaban el significado al homenaje que se pretende dar a los olvidados.

El mirador está situado en la carretera de subida desde la N-110, aproximadamente dos kilómetros antes del pueblo extremeño de El Torno. Además de las citadas esculturas, el lugar dispone de un panel de interpretación de la cercana zona de escalada “El Cerro”, que nos ilustra con información sobre este pueblo serrano y El Valle del Agua. Asimismo, los visitantes disponen de un merendero en el que es posible comer algo tranquilamente disfrutando de las increíbles vistas.

El Torno es un municipio con especial encanto, ya que al estar situado en una atalaya, a 770 metros en la ladera de los Montes de Traslasierra, permite observar el valle en todo su esplendor. De hecho, por este motivo el municipio también es conocido como “El mirador del Valle”. Además de sus hermosas vistas, el patrimonio de este pueblo nos ofrece la posibilidad de visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad del siglo XVI, sin olvidar ‘el chozo’, la construcción más característica de la arquitectura vernácula extremeña. En las sierras torniegas es posible ver cientos de estos elementos agropastoriles en piedra, como muestra de la cultura más tradicional del lugar.

La comarca del Valle del Jerte ofrece asimismo innumerables planes para llevar a cabo en lugares maravillosos. Por ejemplo, personas de todas las edades pueden disfrutar de un paseo por las orillas del río Jerte y, las que son más atrevidas, pueden realizar actividades de turismo activo accediendo a cascadas deslumbrantes. Además, la comarca dispone de más de dieciséis miradores que nos muestran las vistas más llamativas de su naturaleza. 

Para finalizar, cabe destacar que concretamente el Mirador de la Memoria no ha pasado desapercibido ante los ojos de ciertos técnicos en localizaciones cinematográficas, puesto que las esculturas del lugar aparecen en la película “El Silencio de los otros”, dirigida por Almudena Carracedo y Robert Bahar en 2018, llegando a protagonizar incluso su portada. Además, el largometraje ganó, entre otros, el premio Goya al mejor documental y el premio del público en la sección Panorama de la Berlinale.

Autor de la foto: Javier Urrutia (Fuente: Turismo de Observación)

La hermosa localidad de Riaño, municipio situado en la provincia de León, disfruta desde el año 2019 del Mirador de Las Biescas. Con el objetivo de poner en valor turístico el enclave del Hayedo de las Biescas, el Ayuntamiento y la Junta Vecinal del pueblo han colocado un banco en este enclave en el que se puede ver el Pico Yordas y el estrechamiento de Bachende.

El mirador está compuesto por dicho banco y una valla construida a base de troncos de haya y roble procedentes de montes cercanos, madera kilómetro 0 como seña de identidad.

Las vistas son magníficas. La panorámica permite ver Pico Gilbo, Cueto Cabrón, Peña Collada, Pico Yordas, etc. Incluso se distingue la magnitud del impresionante Hayedo de las Biescas. Además, si coincide, es posible ver pasar al barco turístico de la localidad, camino de los Fiordos Leoneses.

Este mágico emplazamiento está situado aproximadamente a dos kilómetros de la carretera nacional, en el extremo sur del viaducto por el que se accede a Riaño. Una gran opción para llegar a él es ir andando desde el pueblo por una pista forestal muy sencilla de caminar. Un bonito y agradable paseo en el que pasaremos el gran viaducto que atraviesa el embalse, para dirigirnos al sendero en el pinar de la Corván. En este tramo abundan robles, hayas y otras especies autóctonas de la reserva leonesa. Asimismo, si la visita se realiza el mes de mayo tejos y acebos acompañan a la emblemática flor amarilla del lugar, el capirote o narciso. También se encuentran en esta senda plantas aromáticas y medicinales como la genciana y abundantes cantuesos, endrinos, tomillos, té de roca, espinos albares y serbales de cazadores, entre otras.

Tras recorrer toda la senda de Vallarqué, la ruta continúa rodeando el embalse para adentrarnos en el Hayedo de las Biescas. Hasta salvar la altura de unos 180 metros el recorrido es tranquilo, pero se acentúa un poco en el último tramo, a la llegada al Mirador de las Biescas. No obstante, es un recorrido suave y apto para todos los públicos, incluso para ir con niños. Además, el camino está señalizado y no hay riesgo de perderse.

En la misma ruta y muy cerca del mirador se encuentra la Cueva de la Vieja del Monte, un curioso lugar que no deberíamos dejar de visitar si nos encontramos por la zona. El cartel informativo sobre su leyenda indica que allí vive una bruja buena de la mitología leonesa que amasa y hornea pan para mandárselo a los niños junto con avellanas, manzanas etc. Cuentan que no es posible verla porque está en el bosque buscando frutos y que solo es posible encontrarse con ella en Navidad, cuando baja a ver a los niños del municipio.

Por todo ello, el Mirador de las Biescas es un lugar que merece la pena visitar, tanto por sus propias vistas, como por los diversos lugares con encanto que podemos encontrar si recorremos a pie el camino desde Riaño. 

Autor de la foto "Dosuna" (Fuente: web Turismo de Observación)

Martes, 21 Diciembre 2021 19:30

Mirador de Calcilarruego. Ordesa

El mirador de Calcilarruego, situado a una altitud cercana a los 2000 metros es uno de los miradores de Ordesa más emblemáticos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Se sitúa  por encima de la Senda de Los Cazadores y es fácilmente accesible desde el camino que llega por el exterior en las zonas altasque soman al valle. Está acondicionado sobre un salilente rocoso frente al circo de Cotatuero y tiene forma de proa de un barco. En este lugar es donde el valle adquiere mayor anchura. Es una zona alta, donde ya no llegan los bosques pero que resalta por la belleza de las vistas del lugar. Es un mirador imprescindible de visitar si se va por Ordesa.

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